Michael Wade describe en USA Today un caso verdaderamente curioso.
La Compañía pasaba por momentos difíciles. Los riesgos de “entrar en barrena” eran patentes. Ya había habido algunos despidos.
Los directivos medios estaban en disposición de tomar una serie de decisiones para enderezar el curso. Podían:
- (a) Apresurarse a desarrollar nuevos productos que generasen nuevas fuentes de ingresos ….o,
(b) Esperar a que el negocio volviera por si misma a los antiguos niveles de venta. - (a) Poner los medios para ser más eficientes….o….
(b) Rechazar esos esfuerzos como pérdidas de tiempo. - (a) Buscar alternativas de negocio o nuevos canales comerciales….o
(b) Esperar a que esos canales solicitaran su servicio. - (a) Trabajar con sentido de urgencia o….
(b) Continuar trabajando con la cadencia de siempre. - (a) Tratar a colegas y otros departamentos como aliados….o….
(b) Tratarles como a adversarios.
Aunque las respuestas correctas parecen obvias lo cierto es que un número sorprendente de directivos optó por las respuestas “b”. ¿Por qué tomaron esa ruta que les llevaba al abismo?
Vamos a descartar la posibilidad de que se trate de personas autodestructivas. Estas pueden ser una serie de razones que pueden pesar en las mentes de este tipo de directivos valorando su conducta.
- No creen que la crisis sea una crisis de verdad. Ya han pasado por otras…
- El desastre es inevitable…y las balsas salvavidas tienen agujeros.
- Están paralizados por el miedo y falta de confianza en sí mismos.
- No son capaces de adaptarse …y “si no hacen nada…disimularán”….
- Esperan un rescate milagroso por parte de “alguien”…
- Piensan que la crisis les afectará a otros en la organización. Ellos quedarán a salvo por antigüedad o por algún tipo de habilidad que poseen.
- Echan la culpa a la dirección y están dispuestos a hundirse siempre que el capitán se hunda con ellos.
- Piensan que ya hacen un trabajo extraordinario y no conciben hacer más.
- Piensan que ellos saben algo que la dirección no sabe…..
- Se oponen a los cambios que pueden ser parte de la solución.
En otras palabras, puede haber razones racionales para conductas aparentemente irracionales. La Dirección General de la Compañía no obtendrá la respuesta que desea de sus directivos hasta que no reaccione ante la visión de la realidad de sus empleados.
Michael Wade es socio de the Phoenix firm of Sanders Wade Rodarte Consulting Inc. Viene asesorando a instituciones públicas y privadas desde hace mas de 30 años. Escribe un BLOG Execupundit.com, donde comenta de forma informal asuntos de actualidad relacionados con liderazgo, ética, dirección y la propia vida diaria.
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Alonso Gil-Casares Satrústegui
Profesor de Isead