Una de las características más genuinas de los grandes líderes es que son más Hacedores que Pensadores. Es decir, hacen que las cosas sucedan.
Cuando me refiero a que son más hacedores que pensadores, no me estoy refiriendo a que no planeen o que no mediten en lo que quieren hacer, sino que una vez que han planeado, deciden hacer las cosas y punto.
Un buen líder siempre medita en las decisiones que va a tomar, pero una vez que las tiene claras, actúa. Es aquí donde se forma la gran distancia entre aquellos que hacen y aquellos que permanecen inactivos, esperando que algo cambie para entonces dar el paso.
Los Hacedores toman riesgos, no se quedan dándole vueltas a la teoría sino que se lanzan a la práctica, si resulta que no funciona de un modo, buscan hacerlo de otra manera, y si esa manera también falla, entonces intentan otro método. Pero siempre están haciendo. Sigue leyendo