En el nuevo apunte que os quiero dar durante este periodo no lectivo, me gustaría reflexionar una vez más sobre las posibles soluciones que todos desde nuestros puestos buscamos para los tiempos venideros. Más allá de las soluciones estructurales que nuestros gobernantes nos propongan o nos impongan, existe la vía de buscar nuestros propios caminos, de atajar nuestros problemas, y de buscar nuestras propias soluciones. No es una visión endogámica sino realista de la realidad: “Empieza por lo tuyo y no esperes que los demás te resuelvan la vida”. Dicho lo cual os expongo la siguiente idea:
Durante muchos años nos han dicho que se puede competir bien por costes, bien por calidad y diferenciación, sin embargo ésto ya no es suficiente. Cualquier empresa del mundo sabe que debe cuidar sus costes, vigilarlos y optimizarlos hasta el nivel necesario que le permita cumplir con su misión y llevar a cabo la estrategia diseñada. Supongo que nadie lo pone ya en duda. Igualmente ocurre con la calidad y la diferenciación; como en el boxeo y en los deportes de lucha, se han establecido igualmente categorías (no de productos) o gamas en las que las empresas compiten por su cuota de mercado, y así hemos llegado a un supuesto “status quo” en el que para las empresas que se inician es realmente difícil empezar, quedando a expensas de lo que los grandes dejen para los demás.
Es también evidente, creo, que en la situación en la que vivimos, sobre todo en España, con tasas de desempleo intolerables para un país que se considera privilegiado (y afirmo que lo es), que las posibles soluciones al desempleo pasaran por el emprendimiento y la creación de nuevas empresas. Sin embargo según lo expuesto en el párrafo inicial el éxito de esas futuras empresas no estará garantizada ni mucho menos si no apuntan al objetivo con otras estrategias que realmente sean diferenciales de sus competidores. Es por ello que te apunto lo siguiente: los nuevos tiempos requieren ya que seamos capaces de ofrecer continuamente nuevos productos, nuevos servicios que cada día le aporten más valor al cliente; y la realidad es que ello no es fácil ni mucho menos. Pero además hay que añadirle que ello tiene un peligro también, y es que los estudios sobre los hábitos de clientes indican que una gran mayoría todos somos conservadores y fieles a aquello que nos funciona, aunque (y ahí viene la oportunidad) sin renunciar a la mejora del producto y sus prestaciones. Esta es la clave y esa es la señal en el horizonte: innovación y mejora continua, inculcar en los equipos de trabajo de todas las organizaciones y en todas las áreas no ya el rasgo diferencial de la innovación como identidad cultural de la empresa, sino como necesidad, condición no ya suficiente, para garantizar la sostenibilidad y el éxito futuro. Se tratará pues, y ese es el reto para los próximos años, entiendo, de transmitir una mentalidad enfocada hacia la creatividad de forma permanente y es este “permanente” lo que nos dará la llave del éxito, una ventaja y un posicionamiento capaz de perdurar y ser percibidos como parte del liderazgo en un sector. Sigue leyendo →
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